Mi disgusto no ha podido ser mas
grande. Yo, una gata siamesa, paseando por la calle, de la pata de
Canelo, un perro guía... ¡Miauuu qué horror!. ¡Qué van a
pensar de mi!. Pero no me ha quedado otra alternativa.
Hace unos días el veterinario me
diagnosticó una deficiencia visual importante, producida por la
opacidad de mis cristalinos, dicho de otra forma, padezco de
cataratas y veo menos que un gato de escayola. -Yessi, no te salvas
del quirófano -me dijo-, no pasa nada, es la edad... ¡Miauuuu, que
gracioso! -pensé-.
Y aquí es donde empezó todo. En la
Seguridad Social, me informaron que debería esperar un mínimo
de 10 meses hasta que me llamasen de la “Unidad de Catarata del
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa”.
Una vez visitada por ellos y
confirmada la intervención, pasarían varios meses mas para hacerme
las pruebas necesarias y en caso de ser apta, terminaría en la lista
de espera otro tanto.
¡Es decir!, que en el mejor de los
casos, no estaría operada antes de dos años... ¡Una vergogna!.
Pregunté en una clínica privada y como una oferta extraordinaria,
el coste de la operación de los dos ojos, sobrepasaría los 5000
euros. ¡Otra vergogna!.
Por lo que no me ha quedado mas
remedio, que apañarme con este Canelo, que por muy
perro lazarillo que sea, no deja de ser un baboso como todos sus
congéneres. ¡Cuándo mi primo Bruno se entere, no quiero ni pensar
todo lo que va a soltar por su boca!.
Yo no me podía creer que en España,
salga mas rentable tener un perro guía y todo lo que come, que una
sencilla operación de cataratas. Eso sí, no lo puedo negar, es muy
tonto, quiero decir muy bueno... además viene del campo, le llaman
labrador. Y a pesar de que hemos hecho con él, algunas pruebas como
sacarle las uñas y cosas así, ni se ha canteado. Podría ser que
dentro de un tiempo, hasta lleguemos a llevarnos bien.
Y después de todo esto, ya casi se
me había pasado el otro cabreo que había cogido y que no tenía
nada que ver con una nueva película de James Bond. El escándalo
del espionaje que desde 1999 hasta hoy, nos ha hecho EEUU a Angela
Merkel y a mí, junto a otros incautos o líderes mundiales como
nosotras.
Barack Obama, no quiso ponerse al
teléfono en toda la semana, por lo que invité a la canciller
alemana, a pasar unos días a la finca de La Almoraima, para estudiar
lo que podríamos llamar, un plan de ataque. Porque las dos estamos
de acuerdo, en que no podemos volver a consentir nunca mas, un ataque
a nuestra intimidad de este calibre.
¡Se quedó prendada! No se muy bien,
si por verme aparecer en compañía de Canelo o por la belleza
de esta maravillosa finca. Una extensión con mas de 14.000 ha.,
dentro del Parque Natural de los Alcornocales, en la provincia de
Cádiz, y que ahora el Gobierno español ha puesto a la venta. -Das
ist aber schön! -dijo Merkel conteniendo la respiración-, nada
mas bajar de su helicóptero.
Y paseando junto al Embalse de
Guadarranque, planificamos una estrategia que estamos seguras no
fallará y que asombrará al mundo entero. Este será nuestro
acuerdo. Este será nuestro secreto. ¡Se van a enterar!. ¡Miauuu!.
-auf Wiedersehen! -nos despedimos-.
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