martes, 29 de octubre de 2013

¡Entre espías anda el juego!

Mi disgusto no ha podido ser mas grande. Yo, una gata siamesa, paseando por la calle, de la pata de Canelo, un perro guía... ¡Miauuu qué horror!. ¡Qué van a pensar de mi!. Pero no me ha quedado otra alternativa.

Hace unos días el veterinario me diagnosticó una deficiencia visual importante, producida por la opacidad de mis cristalinos, dicho de otra forma, padezco de cataratas y veo menos que un gato de escayola. -Yessi, no te salvas del quirófano -me dijo-, no pasa nada, es la edad... ¡Miauuuu, que gracioso! -pensé-.

Y aquí es donde empezó todo. En la Seguridad Social, me informaron que debería esperar un mínimo de 10 meses hasta que me llamasen de la “Unidad de Catarata del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa”.

Una vez visitada por ellos y confirmada la intervención, pasarían varios meses mas para hacerme las pruebas necesarias y en caso de ser apta, terminaría en la lista de espera otro tanto.

¡Es decir!, que en el mejor de los casos, no estaría operada antes de dos años... ¡Una vergogna!. Pregunté en una clínica privada y como una oferta extraordinaria, el coste de la operación de los dos ojos, sobrepasaría los 5000 euros. ¡Otra vergogna!.

Por lo que no me ha quedado mas remedio, que apañarme con este Canelo, que por muy perro lazarillo que sea, no deja de ser un baboso como todos sus congéneres. ¡Cuándo mi primo Bruno se entere, no quiero ni pensar todo lo que va a soltar por su boca!.

Yo no me podía creer que en España, salga mas rentable tener un perro guía y todo lo que come, que una sencilla operación de cataratas. Eso sí, no lo puedo negar, es muy tonto, quiero decir muy bueno... además viene del campo, le llaman labrador. Y a pesar de que hemos hecho con él, algunas pruebas como sacarle las uñas y cosas así, ni se ha canteado. Podría ser que dentro de un tiempo, hasta lleguemos a llevarnos bien.

Y después de todo esto, ya casi se me había pasado el otro cabreo que había cogido y que no tenía nada que ver con una nueva película de James Bond. El escándalo del espionaje que desde 1999 hasta hoy, nos ha hecho EEUU a Angela Merkel y a mí, junto a otros incautos o líderes mundiales como nosotras.

Barack Obama, no quiso ponerse al teléfono en toda la semana, por lo que invité a la canciller alemana, a pasar unos días a la finca de La Almoraima, para estudiar lo que podríamos llamar, un plan de ataque. Porque las dos estamos de acuerdo, en que no podemos volver a consentir nunca mas, un ataque a nuestra intimidad de este calibre.

¡Se quedó prendada! No se muy bien, si por verme aparecer en compañía de Canelo o por la belleza de esta maravillosa finca. Una extensión con mas de 14.000 ha., dentro del Parque Natural de los Alcornocales, en la provincia de Cádiz, y que ahora el Gobierno español ha puesto a la venta. -Das ist aber schön! -dijo Merkel conteniendo la respiración-, nada mas bajar de su helicóptero.

Y paseando junto al Embalse de Guadarranque, planificamos una estrategia que estamos seguras no fallará y que asombrará al mundo entero. Este será nuestro acuerdo. Este será nuestro secreto. ¡Se van a enterar!. ¡Miauuu!. -auf Wiedersehen! -nos despedimos-.


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