Me picaban mucho los ojos, llevaba mas
de dos horas escribiendo a oscuras, a la luz de las velas. Después
del disgusto que me llevé al recibir la factura de la luz, decidí
apagar todas las luces. Todas. Sólo estábamos el ordenador, la vela
y yo.
Como diría el Papa Francisco una
vergogna y como diría mi ama una vergüenza... Nos están
crujiendo, no sólo la subida del IVA, del agua, el IBI, la gasolina,
las basuras, todo... y la luz imparable desde hace tiempo.
Por si fuera poco, vino a verme Curro
aullando como un lobo, es el gato del panadero de mi pueblo. Había
recibido una carta de la ministra de trabajo, en la que le reclamaban
por fraude fiscal la cantidad de 300€. Porque según decía la
misiva, había realizado un trabajo que no declaró, mientras estaba
cobrando una prestación por desempleo de 400€.
- Yessi, el alcalde me llamó porque
su gata se había escapado con un gato de Monzalbarba, para que
echara un vistazo a su casa y cazara los ratones que pudiese haber y
me pagó 100€ -decía llorando sin parar-. Tenemos séis
chiquillos, la hipoteca, y un montón de gastos mas y no podemos
darles de comer sólo con la prestación...
- ¿Por qué es tan injusto todo,
Yessi? ¿Por qué a nosotros, a unos pobres gatos? -continuó
diciendo. ¿Y los demás, han devuelto lo que han defraudado?, los
del caso Noos, los del caso Malaya, los de los ERE de Andalucía,
los del caso Cárcenas.... Ellos no ¿verdad?
Curro me dejó sin palabras, tenía
razón... es muy injusto... ¡Mia....!. No sabía que decirle...
-¡Mierda! -le dije- ¡es una mierda!. ¡Eso es!.
No podía decirle otra cosa. Tampoco
le dije que el gasto público en España no había dejado de crecer
durante toda la crisis económica, desde los 413.000 millones en 2007
hasta rozar los 494.000 millones en 2012. Y que entre el PP y el PSOE
nos han hecho pagar a las familias y empresas españolas, un extra de
50.948 millones de euros... y no se termina aquí, todavía nos queda
el 2014...
Curro se marchó a su casa y yo
recordé que al día siguiente tenía una cita muy importante. Había
quedado con Pocoyó. Este pequeño y famoso personaje infantil, está
inmerso en una emisión de obligaciones por valor de casi 8 millones
de euros. Es decir no tiene un duro.
Como la ocasión lo merecía, cité a
todos los inversores en el apartamento que tiene alquilado Ñaqui
Gangarín en el lujoso complejo de viviendas Apartamentos Victoria,
de la Avenida de Pedralbes en Barcelona. Iba a ser una operación por
todo lo alto de la que yo me llevaría una sustanciosa comisión por
mis servicios de captación de capital, después de descontar mis
gastos de representación y el alquiler de 1000€ semanales.
Por miedo a la presión mediática, no
se presentó nadie. Pocoyó se puso a llorar a moco tendido y el
marido de la Infanta Listina no paraba de repetir que como él sólo
había venido obligado por sus problemas legales y al no ver claro
el negocio, se marchaba rápidamente a Ginebra... ¡Sin duda alguna,
todo un éxito!. Decidí tomarme el resto del día libre y marcharme
a ver el mar... a lo mejor se me ocurría alguna fórmula para sacar
pasta ya... ¡Miauuuuu!, me pasa como al pobre Pocoyó, estoy en las
últimas.
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