Hoy me he comprado un casco ciclista
para cuando regrese a España, porque dentro de muy poco tiempo,
según la reforma del Reglamento General de Circulación, será de
uso obligatorio también para circular en bicicleta por la ciudad.
Yo no lo había pensado, pero
también puede ser muy útil cuando vas por la calle y te cae una
maceta en la cabeza, porque según han comentado el año pasado hubo
el mismo número de víctimas por este motivo que por caídas de la
bici. Por eso hablaré con los gatos de mi pueblo para que se lo
pongan todos.
Y ya que estaba, le he comprado otro
casco para Mariano Tajoy, porque aunque no se monte en bici, con la
que se va a pegar dentro de poco, tendrá que tener protegida la
cabeza... esa cabeza maravillosa donde tiene guardadas todas esas
ideas tan fantásticas... ¡Miau!.
Luego, me he comprado unos drones.
¡Me encantan! ¡Son una caña!. Esos aviones sin tripulación que ha
comprado la compañía ferroviaria alemana, ¡me encantan!. Aunque
yo, en vez de utilizarlos para pillar a los grafiteros del metro, los
emplearé para vigilar y perseguir a los corruptos y que no se escape
ninguno. ¡Eso es!.
Y por último, me he comprado una
mordaza. La nueva reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
llamada también por los periodistas La Ley Mordaza, con la que el
ministro Callardón quiere evitar que se produzcan “juicios
paralelos” o “fantasías especulativas”, podría conseguir que
yo tuviese que dejar de escribir este blog... y por eso yo ya me he
preparado, porque no me fío, a pesar de que ha dicho de que no
afectará al derecho de la información.
¿Qué pasará con casos como
Gürtel, Noos...?. ¿Y con personajes como Ñaki Gangarín, Luís
Cárcenas...? Que no nos enteraremos de nada y tendremos que unirnos
todos por la libertad de expresión.
Muchos cambios, muchos, tantos que
ya no me he sorprendido cuando me ha pedido paso para conectarse por
videoconferencia mi ex-becario... ¡Miau!... Se ha cortado las
rastas, se ha cambiado la vestimenta y bien afeitado... ¡que
cambio!.
-¡Hola Yessi! He ido a escribirte
pero he visto que estabas conectada y he preferido hablar contigo -me
ha dicho-. Tengo que pedirte una cosa.
-¡Hola!, me alegro mucho de hablar
contigo y ver tu cambio de imagen, tú dirás -le he respondido-.
-Verás Yessi, quiero volver contigo
de Becario porque mi trabajo como cocinero de la Reina está siendo
muy poco gratificante, es una yaya muy rara, tengo que dar de comer
cada día a más de 200 comensales y con tanto recorte no me es
posible hacer sisa en la compra diaria... -ha seguido diciendo-.
-Esta bien, -le he contestado- pero
no esperes que te pague nada, ya sabes las condiciones...
-No me ha dejado continuar- ¡De
acuerdo, ya lo sé!, pero me gusta mucho tu encargo y lo prefiero a
pesar de que no me dejas ni fumar...
Y de esta forma acordamos que
comenzaba a partir de mañana mismo. Yo me he quedado muy contenta,
volvía a tener a mi Becario y estaba mas cerca de tener mi libro
terminado...
Y de pronto me acordé de que tenía
pendiente de hacer un conjuro amoroso que me habían encargado. Así
que desconecté todo y me preparé para hacer el negocio del año,
igual que la joven pitonisa Lucía consiguió sacudirle a un
empresario de Castellón, 165.000 € por hacerle creer que la joven
secretaria de la que llevaba tiempo enamorado, se enamoraría
locamente de él.
Como diría mi ama, este hombre
tampoco debía ser trigo limpio, puesto que estaba procesado por el
saqueo del equipo de fútbol Club Deportivo Castellón, a cuya junta
directiva se le acusa de desviar entre 4 y 6 millones de euros,
procedentes de parte de subvenciones públicas.
Y por si esto fuera poco, ahora
también está acusado de allanamiento de morada, amenazas con arma
de fuego y extorsión, al entrar en casa de la pitonisa Lucía para
recuperar el dinero, cuando se dio cuenta de que el conjuro no había
funcionado y ésta se vio obligada a llamar por teléfono al 112
desde debajo de la cama, lugar donde se hallaba escondida.
Claro que ahora, Valentino, el cerdo
vietnamita de la pitonisa, por haberse ido de la lengua con la
policía, está buscando casa de acogida por Internet y aunque a mí
me ha dado mucha pena, ya le he dicho que yo no puedo acogerle porque
ya tengo suficientes problemas.
Os dejo por hoy, ahora soy Yessi la
pitonisa y he vendido a un incauto por Internet un conjuro por
225.000 € para ganarse el amor de su vecina y al menos tengo que
hacer el paripé un poco....
¡Miau!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario