sábado, 1 de junio de 2013

EL CASCO, LA MORDAZA Y LA PITONISA.

Hoy me he comprado un casco ciclista para cuando regrese a España, porque dentro de muy poco tiempo, según la reforma del Reglamento General de Circulación, será de uso obligatorio también para circular en bicicleta por la ciudad.

Yo no lo había pensado, pero también puede ser muy útil cuando vas por la calle y te cae una maceta en la cabeza, porque según han comentado el año pasado hubo el mismo número de víctimas por este motivo que por caídas de la bici. Por eso hablaré con los gatos de mi pueblo para que se lo pongan todos.
Y ya que estaba, le he comprado otro casco para Mariano Tajoy, porque aunque no se monte en bici, con la que se va a pegar dentro de poco, tendrá que tener protegida la cabeza... esa cabeza maravillosa donde tiene guardadas todas esas ideas tan fantásticas... ¡Miau!.

Luego, me he comprado unos drones. ¡Me encantan! ¡Son una caña!. Esos aviones sin tripulación que ha comprado la compañía ferroviaria alemana, ¡me encantan!. Aunque yo, en vez de utilizarlos para pillar a los grafiteros del metro, los emplearé para vigilar y perseguir a los corruptos y que no se escape ninguno. ¡Eso es!.

Y por último, me he comprado una mordaza. La nueva reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal llamada también por los periodistas La Ley Mordaza, con la que el ministro Callardón quiere evitar que se produzcan “juicios paralelos” o “fantasías especulativas”, podría conseguir que yo tuviese que dejar de escribir este blog... y por eso yo ya me he preparado, porque no me fío, a pesar de que ha dicho de que no afectará al derecho de la información.

¿Qué pasará con casos como Gürtel, Noos...?. ¿Y con personajes como Ñaki Gangarín, Luís Cárcenas...? Que no nos enteraremos de nada y tendremos que unirnos todos por la libertad de expresión.

Muchos cambios, muchos, tantos que ya no me he sorprendido cuando me ha pedido paso para conectarse por videoconferencia mi ex-becario... ¡Miau!... Se ha cortado las rastas, se ha cambiado la vestimenta y bien afeitado... ¡que cambio!.

-¡Hola Yessi! He ido a escribirte pero he visto que estabas conectada y he preferido hablar contigo -me ha dicho-. Tengo que pedirte una cosa.

-¡Hola!, me alegro mucho de hablar contigo y ver tu cambio de imagen, tú dirás -le he respondido-.

-Verás Yessi, quiero volver contigo de Becario porque mi trabajo como cocinero de la Reina está siendo muy poco gratificante, es una yaya muy rara, tengo que dar de comer cada día a más de 200 comensales y con tanto recorte no me es posible hacer sisa en la compra diaria... -ha seguido diciendo-.

-Esta bien, -le he contestado- pero no esperes que te pague nada, ya sabes las condiciones...

-No me ha dejado continuar- ¡De acuerdo, ya lo sé!, pero me gusta mucho tu encargo y lo prefiero a pesar de que no me dejas ni fumar...

Y de esta forma acordamos que comenzaba a partir de mañana mismo. Yo me he quedado muy contenta, volvía a tener a mi Becario y estaba mas cerca de tener mi libro terminado...

Y de pronto me acordé de que tenía pendiente de hacer un conjuro amoroso que me habían encargado. Así que desconecté todo y me preparé para hacer el negocio del año, igual que la joven pitonisa Lucía consiguió sacudirle a un empresario de Castellón, 165.000 € por hacerle creer que la joven secretaria de la que llevaba tiempo enamorado, se enamoraría locamente de él.

Como diría mi ama, este hombre tampoco debía ser trigo limpio, puesto que estaba procesado por el saqueo del equipo de fútbol Club Deportivo Castellón, a cuya junta directiva se le acusa de desviar entre 4 y 6 millones de euros, procedentes de parte de subvenciones públicas.

Y por si esto fuera poco, ahora también está acusado de allanamiento de morada, amenazas con arma de fuego y extorsión, al entrar en casa de la pitonisa Lucía para recuperar el dinero, cuando se dio cuenta de que el conjuro no había funcionado y ésta se vio obligada a llamar por teléfono al 112 desde debajo de la cama, lugar donde se hallaba escondida.

Claro que ahora, Valentino, el cerdo vietnamita de la pitonisa, por haberse ido de la lengua con la policía, está buscando casa de acogida por Internet y aunque a mí me ha dado mucha pena, ya le he dicho que yo no puedo acogerle porque ya tengo suficientes problemas.

Os dejo por hoy, ahora soy Yessi la pitonisa y he vendido a un incauto por Internet un conjuro por 225.000 € para ganarse el amor de su vecina y al menos tengo que hacer el paripé un poco.... ¡Miau!.


No hay comentarios:

Publicar un comentario